La selección
estabilizadora es un proceso clave en la evolución de las especies. Se destaca
por favorecer a los fenotipos intermedios, aquellos que se sitúan en el punto
medio de la distribución de una característica, mientras descarta los extremos
desfavorables.
Este fenómeno es
vital en la dinámica de las poblaciones, ya que ayuda a mantener un equilibrio
adaptativo. Al favorecer a los fenotipos intermedios, la selección
estabilizadora optimiza la aptitud de la población en su conjunto. Es
importante destacar que este tipo de selección es el más común en la naturaleza
y actúa como un filtro que promueve la supervivencia de los individuos más
adecuados para su entorno.
Este proceso es
particularmente relevante en contextos de variabilidad genética presión
selectiva, donde actúa como un factor determinante en la evolución de las
especies.
Este tipo de selección es diferente de otros tipos porque actúa de
manera más predecible. Aunque la evolución en sí misma puede ser aleatoria,
este proceso específico tiende a mantener los fenotipos intermedios en una
población. Esto significa que, en lugar de permitir una gran diversidad de
rasgos, la selección estabilizadora ayuda a mantener una población más
uniforme.
En resumen, la
selección estabilizadora es un componente esencial en la evolución de las
especies. Su capacidad para favorecer a los fenotipos intermedios al eliminar
los extremos desventajosos contribuye significativamente a la adaptación y
supervivencia de las poblaciones en entornos que se mantienen constantes, es decir, no cambian.
ROLLERI, J. L. (2016). EL CARÁCTER PROBABILISTA DEL PRINCIPIO DE SELECCIÓN NATURAL [Tesis, Facultad de Filosofía, Universidad Autónoma de Querétaro, México.]. https://www.centrolombardo.edu.mx/wp-content/uploads/formidable/45/659-1466-1-PB.pdf
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